Así era el Kyocera VP-210, el primer teléfono con cámara de la historia (selfies incluidas)
Hoy en día damos por hecho que podemos hacer relativamente buenas fotografías con nuestros teléfonos móviles. Estos incorporan cámaras cada vez más sofisticadas e incluso algunos fabricantes están dando los primeros pasos para colocar el sensor frontal bajo la pantalla. Sin embargo, hace dos décadas esta característica era una auténtica novedad.
En 1999 se lanzó el primer teléfono móvil del mundo con cámara. se trataba de la Kyocera VP-210, un terminal que, como muchos otros modelos, se vendió únicamente en Japón. El dispositivo presentaba un sensor CMOS de 0,11 megapíxeles y una pantalla LCD TFT reflectante de 5 centímetros (2 pulgadas) capaz de mostrar 65.000 colores.
¡El primero con cámara y frontal!
Un detalle curioso, como podemos ver en las imágenes, es que se trataba de una cámara frontal. El espacio de almacenamiento interno (y el único disponible) permitía tomar un máximo de 20 imágenes JPEG, que podían enviarse por correo electrónico. Además, el teléfono móvil podría hacer videollamadaspero esta característica estaba severamente limitada.
Desde marketing de Kyocera explicaron los beneficios del sistema de videollamadas con el siguiente ejemplo: “Si un constructor lleva este teléfono a una obra, puede mostrar cómo es el lugar”. Sin embargo, las videollamadas funcionaron en solo 2 fotogramas por segundo y el operador DDI Pocket (actualmente Ymobile) cobraba cargos adicionales por el uso de datos.
Otra de las limitaciones que tenía el Kyocera VP-210 era que solo podía realizar videollamadas con otros terminales de su tipo. También utilizó la red móvil PHS (principalmente disponible en Japón, China y Taiwán) cuyas antenas tenían un alcance máximo de cientos de metros, frente al alcance kilométrico de las tecnologías CDMA y GSM.
Limitado, pero a la vez avanzado para su época
Por aquel entonces, los móviles solo permitían realizar llamadas de voz y, en algunos casos, enviar SMS, pero Kyocera ha querido añadir una funcionalidad más: la de comunicarse con otra persona viendo su cara en la pantalla. Por lo tanto, la empresa trabajó durante dos años con su equipo de investigación y desarrollo para dar vida al VP-210.
Sin embargo, el teléfono no tuvo el éxito esperado. A las limitaciones mencionadas se sumaron otras, como que era más cara que la media de la época (costó 40.000 yenes, unos 325 dólares estadounidenses) y llegó en un momento en el que el tamaño de los componentes no se había reducido tanto, por lo que sus dimensiones y peso eran generosos (140x54x29 mm y 165 g).
Pero el teléfono del fabricante con sede en Kioto sentó un precedente y otros fabricantes comenzaron a apostar por los teléfonos con cámara. En junio de 2000, Samsung lanzó en Corea del Sur el SCH-V200 (a la izquierda de la imagen superior), con una cámara de 0,35 MP. En noviembre de ese mismo año, Sharp hizo lo propio en Japón con el J-SH04, con sensor de 0,11 MP (a la derecha).
Lo cierto es que las cámaras de los teléfonos móviles han mejorado considerablemente con el tiempo, una evolución que ha provocado un fuerte cambio en la industria y los consumidores. Los datos de Statista lo sacan a la luz: Las ventas de cámaras digitales cayeron un 87% entre 2010 y 2019y se espera que esta tendencia continúe.
Actualmente tenemos terminales completamente ambiciosos en cuanto a fotografía. Entre los mejores que hemos podido probar este año está el Samsung Galaxy S21 Ultra, que cuenta con cuatro cámaras traseras y un sensor láser. También el iPhone 13 Pro, que incorpora tres cámaras traseras y el soporte de fotografía computacional.
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