Así es como la policía del siglo XXI sitúa al sospechoso en la escena del crímen
Muchos hemos visto “CSI”, “Bones” y muchas otras series del género procesal en las que distintos cuerpos de seguridad resuelven crímenes utilizando distintas herramientas. Ahora, con la proliferación de diferentes dispositivos electrónicos y en especial con los smartphones, La policía tiene una nueva vía de investigaciónque en muchos casos puede ser crucial.
El caso de la desaparición de Diana Quer, aún por resolver, está demostrando cómo el teléfono móvil puede ser un hilo de investigación muy relevante, que permite conocer los lugares por los que supuestamente pasó la desaparecida e incluso saber cuáles fueron los últimos. mensajes que intercambió a través de WhatsApp. A continuación vamos a adentrarnos en los antecedentes de la técnica tras aquellas investigaciones que utilizar nuestros smartphones como fuente de información.
Comunicación entre móvil y antena, clave
Todos los teléfonos móviles necesitan estar conectados a una antena para establecer comunicaciones, ya sean llamadas, mensajes o navegación por internet, y aunque podemos utilizar redes WiFi, la señal del móvil siempre estará presente. De hecho, aunque el famoso modo avión promete desconectar nuestro móvil por completo, cancelando todas las conexiones, lo cierto es que la comunicación con las antenas está siempre activaincluso con el móvil apagado.
Siempre que un móvil tenga la batería puesta (y ahora en muchos ya no la podemos quitar) y tenga algo de carga, siempre será localizable si está en el alcance de una antena. La explicación de por qué se puede localizar un móvil en modo avión o incluso apagado pero con batería es muy sencilla: realmente Todo móvil tiene dos sistemas operativosla que ve el usuario (Android, iOS o la que corresponda en cada caso) y la que pone el móvil en comunicación con las antenas.
En ese segundo no podemos intervenir de ninguna manera, porque el modo avión solo afecta al SO al que podemos acceder. Si realmente queremos que un teléfono móvil quede totalmente incomunicado, a nuestra vista y a la de las antenas, la única solución (aparte de destrozarlo a martillazos) es ponerlo en cualquier lugar, contenedor o similar que haga las veces de Jaula de Faradaycomo el congelador que recomendó Snowden.
Poner un móvil en una jaula de Faraday puede ser tan simple como envolverlo en papel de plata. Cualquier conductor de electricidad, como el metal, que es hueco tiene toda la carga eléctrica en su exterior, por lo que En el interior se genera un campo eléctrico nulo., que evita que cualquier onda electromagnética viaje al interior. En el siguiente video puedes, por ejemplo, como una radio se queda sin señal dentro de una jaula de malla metálica, pero al quitarle la antena por dentro vuelve a recibir señal.
Dejando atrás lo complicado que es que un móvil deje de comunicarse con las antenas que lo rodean, es a través de estas que se puede saber la posición en la que se encuentra un móvil. Las antenas transmiten señal constantemente a todos los dispositivos que se encuentran a su alcance y pueden saber a qué distancia se encuentran gracias a la fuerza de la señal que utilizan para llegar al móvil. Ahora bien, para saber la posición exacta, el móvil tiene que estar conectado al menos a tres antenas, utilizando la técnica conocida como triangulación de antena.
Si un móvil está conectado a una sola antena, sólo se puede saber a qué distancia se encuentra, describiendo un circulo (si la antena emite en 360 grados) de posibles puestos en los que estarás. Si añadimos una segunda antena, la precisión de la posición del móvil aumenta, ya que se encuentra en la intersección de los dos radios, sólo dos puntos. Pero ya, si añadimos una tercera antena obtendremos el punto concreto, que será donde se juntan los radios dibujados por las tres antenas.
Las antenas saben a qué distancia están los móviles conectados a ellas, por lo que cuando un móvil está conectado a tres antenas se puede saber su posición exacta
Una sentencia reciente del Tribunal Supremo español dictaminó que la Policía no necesita autorización judicial para acceder a la geolocalización y número de tarjeta de un móvil, por lo que solo tienen que acudir a los operadores para recoger esos datos. De hecho, en estos casos, poder acceder a estos datos rápidamente puede arrojar luz para encaminar una investigación en una dirección u otra.
En el caso de la desaparición de Diana Quer, los investigadores supieron de inmediato cuáles fueron sus supuestos últimos movimientos antes de que su teléfono móvil se quedara sin batería o fuera destruido e incluso pudieron buscar sospechosos a través de la lista de teléfonos móviles que estaban conectados a la red. mismas antenas. En el caso Bretón, el móvil analizado fue el del sospechoso. José Bretón fue condenado por el asesinato de sus dos hijos, de dos y seis años, pero para probar que él era el asesino, la Policía utilizó, entre otras pruebas, el registro de posición de tu móvilen el que se acreditó cómo pasó del lugar de la supuesta desaparición a la casa de sus padres donde acabó con la vida de los niños.
Ahora con el posicionamiento por antenas solo hay un problema, que puede invalidar todo lo que se consiga de esta forma: que el móvil no tiene que estar con su dueño en todo momento. El móvil puede estar abandonado, olvidado en un vehículo… Muchas circunstancias obligan a los investigadores a tener otros datos o indicios antes de poder asegurar que el sujeto investigado estuvo en todo momento donde su móvil indicaba.
La intervención de las comunicaciones.
Una de las formas de comprobar que efectivamente el móvil estaba con su dueño, y también de obtener más pistas, es acceder al registro de llamadas y mensajes. En este caso, la Policía sí necesita una orden judicial que les autorice a acceder a todos esos datos. En España, las fuerzas de seguridad no solo tienen acceso a las llamadas y mensajes entrantes y salientes, también pueden acceder a tu contenido gracias a la creación de SITEL.
El Sistema Integrado de Interceptación Telefónica (SITEL) fue puesto en marcha por el Ministerio del Interior en 2001, aunque supuestamente no entró en funcionamiento hasta diciembre de 2004. A través de él, las fuerzas de seguridad del Estado pueden escuchar y/o grabar todas las comunicaciones de cualquier teléfono, siempre con la autorización del juez de que se trate. Una vez recibido el permiso, el operador que da servicio a la línea afectada reenvía copia de todas las llamadas y mensajes a un ordenador central de la Guardia Civil, CNI y otro de la Policía Nacional, al que pueden acceder los investigadores de ambos cuerpos.
En España, el sistema SITEL permite grabar todas las conversaciones y mensajes de una línea, aunque solo desde el momento del pinchazo
¿Cuál es el problema para los investigadores en este caso? El registro de todas las llamadas y mensajes siempre está completamente disponible para ellos, por otro lado, sus contenidos solo son accesibles desde el momento en que el teléfono ha sido “pinchado”. Grabar todas las llamadas y mensajes que hacen los habitantes sería, además de sumamente costoso, inconstitucional. Por lo tanto, la punción es efectiva en los casos que están siendo procesados, pero no en los casos que surgen después de la comisión de un delito.
Conversaciones a través de diferentes aplicaciones.
El problema para los investigadores es que las comunicaciones móviles ya no se realizan exclusivamente a través de llamadas o mensajes. Hoy en día, lo más normal es que utilicemos aplicaciones para comunicarnos y lo que estas aplicaciones generan son datos, que aun interceptados pueden ser muy complicados o casi imposibles de descifrar. En 2014, la Confederación Española de Policía ya pedía al Ministerio del Interior mejoras técnicas para ser capaz de acceder a los mensajes de WhatsApp de las líneas investigadas, cuando aún no se había implementado el cifrado de extremo a extremo, lo que dificulta aún más el acceso.
Tal es la situación que sufren los investigadores con el uso de nuevas aplicaciones, que en el caso de Diana Quer utilizaron un “truco” para, al menos, poder ver los últimos mensajes que la joven recibió en su móvil. La policía simplemente solicitó un duplicado de la tarjeta SIM, la insertó en un teléfono y abrió WhatsApp. Gracias a ello pudieron ver los mensajes recibidos por Diana que ella no vioaunque no podían acceder a los enviados por ella ni a los que ya había leído.
¿Qué pasa si se encuentra el móvil y sigue funcionando?
Todo lo que hemos comentado hasta ahora, localizar o conocer los movimientos de un móvil y acceder a las comunicaciones que se han realizado, no implica tener acceso físico al móvil del sospechoso o víctima del delito. y cuando aparece? Parece que todas las puertas se abrirían en ese caso.sobre todo con toda la información que un móvil puede contener hoy en día.
Ahora bien, solo tenemos que recordar la carcasa del iPhone del asesino de San Bernardino para comprobar que encontrar un móvil no abre directamente la puerta a un mundo de información. El FBI logró hacerse con el iPhone 5C de un asesino con 14 muertos y 21 heridos a sus espaldas, pero el teléfono tenía un PIN de bloqueo. Por ello, los investigadores pidieron a Apple que desbloqueara el teléfono, algo a lo que los de Cupertino se negaron.
El móvil o los contenidos almacenados en la nube pueden ser de gran ayuda, aunque acceder a esa información puede resultar muy complicado
Apple llegó a publicar una carta abierta dirigida a sus clientes, en la que explicaba que si cedía en ese caso (le habían abierto la puerta a la cuenta de iCloud), la privacidad de los dueños de cualquiera de sus dispositivos se vería afectada. estar en peligro, ya que podría utilizarse el mismo método en otros casos. Otras empresas tecnológicas se sumaron a la causa de Apple, aunque finalmente el FBI logró desbloquear y acceder al contenido del iPhone del asesino sin la ayuda de la marca.
Con la posición del móvil obtenida a través de las comunicaciones por antena, la grabación de llamadas y mensajes y su posible contenido y lo que se puede obtener si se encuentra el dispositivo (si se puede acceder a él o el contenido se almacena en la nube) los investigadores pueden dibujar o arrojar luz sobre los casos, aunque como hemos visto la tecnología no siempre tiene que ser tu amiga de la policia.
Foto de portada | André Gustavo Stumpf