Los iPhone son (un poco) más baratos cada año porque ya no son sólo móviles, son caballos de Troya
La presentación de los nuevos iPhone ha dejado varios titulares: una línea de continuidad, la introducción de un modelo ‘mini’ supercompacto, el esperado HomePod mini a un precio inesperado y por fin el 5G en los teléfonos de Apple. Y entre todas estas novedades, la consolidación, con muchos matices, de una tendencia que viene desde la época del iPhone X: la bajada de precio en términos reales (precios estables que se deprecian con la inflación) de la mayoría de los modelos de iPhone.
Decimos que esto tiene matices porque es difícil comparar todos los modelos de un año a otro. Por ejemplo, el iPhone base de este año descontando el SE es el 12 mini, que sale a un precio más bajo que el base de 2019, que era el 11. El 12, en cambio, es algo más caro que el 11 en ese momento, pero ofrece mejoras como 5G y un panel OLED de mayor resolución. Dioelige estos matices, vamos con los datos.
De los productos finales a los caballos de Troya
Estos son los precios de salida, sin estar vinculados a un contrato de operador, en dólares y en Estados Unidos (por lo tanto, sin impuestos) desde el primero, de 2007, hasta los presentados recientemente.
Se aprecian dos tendencias claras: tras una gran estabilidad en los primeros seis o siete años de historia del iPhone (y además, sin tener en cuenta la inflación), primero comenzó una tendencia alcista que culminó en 2017, cuando la subida de precios de Apple en poco tiempo fue abrupto.
Desde entonces, Apple presentó los modelos Max, más caros que cualquier otro, pero también ofrecía alternativas cada vez más asequibles y mantener los precios a raya. Primero fue el XR, luego el 11, que bajó de precio, y este año el 12 mini. El 12, como decíamos, está algo por encima del precio del 11, pero tiene mejoras notables.
En la planta principal, el iPhone 12 Pro tiene el mismo precio de salida que los X, Xs y 11 Pro, sus homólogos de años anteriores. De nuevo el mismo precio sin contar la inflación, que vamos a ver ahora en este otro gráfico donde sí lo tenemos desde el principio.
Aquí, con los precios ajustados a los de 2020, se aprecian mejor Los movimientos de precios de los tres grandes segmentos en los que se agrupan los iPhone. El 2020 SE es más asequible que el modelo anterior, de 2016. Los modelos base han bajado mucho de precio, ya sea por ajustes como el realizado en 2019 o porque no se han encarecido con el paso de los años. Y los modelos de gama alta siguen la misma tendencia.
La incorporación de más servicios al ecosistema de Apple ha hecho viable la bajada de precio en términos reales de los últimos iPhone
Este cambio de paradigma en las últimas generaciones viene marcado por el auge de la división de servicios de la compañía. Esta división incluye los ingresos obtenidos a través de Apple Pay, App Store, iCloud, Apple Music, Apple Arcade, Apple TV+, Apple Card o Apple Care, entre otros.
En los últimos seis años ha triplicado su facturación y ya alcanza los 14.000 millones de dólares el trimestre, algo que ha permitido diversificar los ingresos y dejar de depender tanto del iPhone como hace unos años. Y de paso, abaratar el coste de acceso a los dispositivos, ya que las formas de rentabilizar su uso van mucho más allá de la compra del mismo. O lo que es lo mismo: el iPhone ya no es el producto final a vender, sino también un troyano a través del cual conseguir más suscripciones y pagos recurrentes mes tras mes. Y solo hablamos del nuevo iPhone. Mantener el XR y el 11 en catálogo intensifica esta propuesta.
Y Apple One, el producto que agrupa estos servicios, está por llegar, algo que además de hacer más atractiva la contratación de los productos de la compañía (Apple Music vs Spotify, iCloud Drive vs Dropbox, etc.), también puede hacerlo más atractivo. Difícil dar el salto individualmente a la competición en el futuro. Sin embargo, no todo es fanfarria en Cupertino: los últimos servicios en debutar (Apple News+, Arcade y TV+) han tenido un comienzo inestable.